No suele ser
demasiado común que en Sevilla llueva de una forma tan impactante,
pero aquella tarde era una excepción. El viernes dos de noviembre
fue algo sorprendente, aunque no se trate exclusivamente de la
lluvia. Lo que realmente hacía peculiar aquel día, era la apertura,
el comienzo de lo que se convertiría en la novena edición del
Festival de Cine Europeo de la ciudad. Un auténtico milagro que se
sigan legitimando eventos de tamaña envergadura y relevancia a nivel
de Europa, en unos tiempos donde la economía azota hasta el más
pequeño brote de ilusión, la más mínima brizna de motivación. La
más pequeña de las semillas de la iniciativa. Pese a todo, allí en
el Teatro Lope de Vega, colindante al Casino de la Exposición, se
aglomeraba una masa de espectadores tan impacientes como mojados.
Expectantes a la llegada de sus compañeros de butaca, ansiosos para
que diera comienzo el espectáculo. Los medios de comunicación harían
eco y recopilarían toda la información e imágenes posibles y
pertinentes. Canal Sur televisión se situaba en el rellano del
edificio acogiendo a los invitados y captando el momento.
El Lope de
Vega tenía luz propia, como si de una luciérnaga o estrella se
tratara. Las bellas lámparas proporcionaban la luz idónea a modo de
introducción a una ensoñación. Si desde la planta baja era un
deleite observar semejante estructura, desde la altura que
proporcionaba el anfiteatro, la vista quedaba aún más maravillada
si cabía. La estrechez de las filas de asientos quedaba rápidamente
recompensada por el gusto y el asombro que suponía contemplar el
telón con la proyección del nombre del evento, con el atrezzo
sacado directamente de los carteles publicitarios. Y por supuesto,
del propio interior de teatro.
Interior del Lope de Vega momentos antes del acto inaugural. |
El patio de
butacas enardecía a cada instante, así como el curioso espectador
de las alturas. A cada poco rato entraba un grupo de personas que
comentaba lo que esperaba de la edición presente, donde sentarse,
palabras exhaladas que ayudaban a darle vida al recinto. Un lugar que
poca falta le haría el ruido que por aquel entonces asomaba, una vez
los presentadores dieran paso a su juego de palabras y buen hacer.
No obstante,
lo mejor para el ojo curioso estaba por llegar. Los allí presentes
se asomarían con expectación al ver a personas del cine tan
emblemáticos como el director Jorge Torregrossa (del cual se
expondría al finalizar el acto su película más reciente, Fin),
actores y actrices de la talla de Clara Lago, u otros personajes de
la talla de Cayetana Fitz-James, más conocida como Duquesa de Alba.
Cayetana de Alba junto a su marido disfrutando del evento. |
La
apertura fue acogida por un público enteramente entregado que se
comportó con una etiqueta tan brillante como sus vestimentas. Eso
sí, la impaciencia y nerviosismo previos ayudaron a que esta
situación fuera una realidad. La inauguración del festival tenía
previsto iniciarse a las 21,00 horas, llegando a comenzar finalmente
a las 21,30 h. Comprensible que tras aquella larga espera, el público
estuviera expectante e
inquieto por contemplar que se le iba a ofrecer. La
cuenta atrás, citadas en dos ocasiones con los diez y cinco minutos
previos, aumentaron esta sensación.
Al
fin, comenzaba la gala. La Santa Leone Orchestra suponía el punto de
inflexión ante lo anodino de los más de 30 minutos de espera. La
agrupación de Andrés Herrera "Pájaro" daba paso, tras su
melódica actuación, a los presentadores del evento y del momento.
Un españolizado Antonio Dechent, junto a un bilingüe Álex
O'Dogherty, daban la bienvenida a un público entregado y concentrado.
Previo al vídeo de presentación de las secciones del festival, hubo
tiempo de sobra para el humor, alguna situación cómica, así como
al esparcimiento en general. Cambios de guion, comentarios
indirectos al inglés de Dechent son algunos de los meros ejemplos con
los que ambos agilizaron la presentación, hecho que ya de por sí
resulta complicado normalmente, pero que lograron con creces.
Tras
el vídeo de apertura, comentaban las premieres, estrenos y otras
características generales con las que contaba el festival. De forma
clara y ágil, siguiendo en la línea de la hora que duró el acto,
los actores explicaron también las secciones y cuáles serían las
competitivas, las que optaban a ganar algún concurso. Tras el
audiovisual que ejemplificaría lo citado, salieron a la palestra los
miembros del jurado, así como la traductora Concha Ortiz, haciendo
las veces de portavoz del nombrado jurado la actriz Laia Marull.
Como
figura principal de Sevilla, Juan Ignacio Zoido no podía fallar a la
cita. Tal fue así, que la entrega del premio "Giraldillo"
la realizó él. En este caso, la galardonada fue Agnés Varda,
consagrada cineasta con una amplia trayectoria fílmica a sus
espaldas. La máxima representante de la Nouvelle Vague subía al
escenario con una amplia sonrisa de plenitud, emoción transmitida no
exclusivamente por el premio que iba a recibir, también por el
emotivo vídeo realizado por el equipo del festival. Aún así, una
mujer con tantas aptitudes como ella no iba a dejar pasar la
oportunidad de dejar su marca personal en su participación. En un
más que aceptable español, la cineasta, artista y fotógrafa como a
ella le gusta ser llamada, se permitía lanzar un feroz comentario
disfrazado con un manto de suavidad. "Gracias
por este Giraldillo, que es una guerrera y tiene nombre de hombre".
Ahí es nada.
Hilarante
y musical fue el nombramiento de los patrocinadores, proceso que en
cualquier otra tesitura supondría un instante de auténtico sopor,
ello implicó una representación con rimas, una bandurria y maracas.
El
fin de la apertura se comenzaba a masticar en el ambiente. Pero aún
quedaba cierto material que exponer. Antonio
Egea junto a sus compañeros realizaba una exposición donde dejaba
claro la calidad del cine andaluz al citar La voz dormida
y Grupo Siete como dos
de las mejores películas europeas. Pese a todo, probablemente el año
venidero no haya filmaciones andaluzas al no haber capital en las
arcas de los productores, según comentaba el exponente.
Tras
esta intervención, sí que llegaba el final. Torregrossa dedicó
unas palabras repletas de ilusión al público presente, así como
la presentación de la mitad del elenco de su película. La gran
ausencia fue Maribel Verdú, que falló a la cita por problemas
personales.
Llegó
la hora del cierre. Con el desparpajo que había caracterizado al
evento, Dechent y O'Dogherty cerraba el acto inaugural mostrando las
bondades y productos con los que contaba el festival del presente
año, invitando además a acudir al visionado de la película
posterior. El filme hizo gala de su nombre, pues eso fue lo que supuso: en el descanso previo a Fin,
gran parte del público asistente dio por finalizada su función en
Lope, su papel había concluido. De tal modo, el patio de butacas
quedó notablemente vacío, lo suficiente como para que los que
gozaron la presentación en las capas más altas del teatro, se
permitieran bajar y disfrutar del proyecto de Torregrossa en el
patio.
La
película española ponía el punto y final a la ceremonia, evento
que pese a comenzar tardíamente, fue muy pronto cuando comenzó a
repartir alegrías entre los espectadores. La promesa de una gran
semana de cine en la capital hispalense, estaba servida.
Aquí les dejamos con un vídeo resumen del acto inaugural.
Fuentes:
Presencia directa en la ceremonia
http://festivalcinesevilla.eu/
http://www.blogdecine.com/festivales-y-premios/el-festival-de-cine-europeo-de-sevilla-se-ha-inaugurado-con-la-proyeccion-de-fin
Fotografías y vídeo realizados por Salvador Belizón Campaña
Aquí les dejamos con un vídeo resumen del acto inaugural.
Fuentes:
Presencia directa en la ceremonia
http://festivalcinesevilla.eu/
http://www.blogdecine.com/festivales-y-premios/el-festival-de-cine-europeo-de-sevilla-se-ha-inaugurado-con-la-proyeccion-de-fin
Fotografías y vídeo realizados por Salvador Belizón Campaña
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