lunes, 12 de noviembre de 2012

Las bondades del IX Sevilla Festival de Cine Europeo

A inicios de noviembre, concretamente del 2 al 10 del mismo, tuvo lugar en la capital andaluza un encuentro ineludible para los cinéfilos. Una cita para los amantes del cine. Un lugar de armonía entre países a través del séptimo arte. En definitiva, tuvo lugar la novena edición del Sevilla Festival de Cine Europeo.

Cartel oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo.

El término "festival" se ha adecuado a la perfección a lo que ha sucedido a lo largo de esa semana. Ha contribuido a que dicho término no se le quede pequeño, el hecho de contar con más de 140 películas de distinta procedencia de países del viejo continente. Desde Grecia hasta Francia, pasando cómo no por España, en apenas nueve días las distintas salas procedentes de recintos como el Cine Avenida o el Cine Alameda entre otros, han hecho posible el visionado de tal suma de proyecciones. De hecho, se logró que cada película tuviera al menos dos pases, facilitando la asistencia así al público que deseara ver el trabajo de los diversos directores.


Vista del cine Cinesa, situado en Plaza de Armas, uno de los habilitados para el festival.

En cuanto al responsable de la organización, de que todo marchara como es debido, se debe citar a José Luis Cienfuegos, o mejor dicho "Cinefuegos", pues cuenta a sus espaldas con 16 años de trayectoria como director de festivales fílmicos en Gijón. De donde se trajo el tiempo. Probablemente se haya notado, en algún punto concreto, la inexperiencia en el territorio sevillano; si bien no ha sido desastroso. Por citar algún desaguisado, el Casino de la Exposición, centro neurálgico de anteriores ediciones, quedaba desprovisto de actividad alguna, que sumado a su proximidad con el Teatro Lope de Vega, hace que resulte aún más extravagante tal decisión. Otro asunto, sería el de organizar algunas ruedas de prensa en el rellano del NH Hoteles de Plaza de Armas, donde a duras penas los expertos de los periódicos lograban hacerse un sitio. Cierra el ciclo de desajustes algunas proyecciones como las de la cineasta Agnés Varda o García Pelayo, que amén de no hacerse en orden cronológico, no contaba con una repetición por si a alguna persona le hubiera sido imposible acudir a la cita. O si le hubiera apetecido repetir la asistencia. En cualquier caso, salvando tales distancias, Cienfuegos ha ejecutado una maniobra digna de admiración, escogiendo por otra parte películas que en su mayoría transmitían algo, no producciones hechas a la ligera. Aunque este hecho entra peligrosamente en el terreno de lo subjetivo, de los gustos de cada crítico.

El director de la novena edición tuvo a bien de conservar diversas categorías presentes otros años, así como introducir otras nuevas que permitieran no solo el acceso a nuevos tipos de cine, sino que aportara mayor variedad. Dentro de la rama competitiva, no podía faltar la Sección Oficial con 17 películas a concurso, tales como la encargada de la apertura Fin, la doblemente premiada Eat Sleep Die o el drama The Hunt, Eurodoc de Películas de No Ficción con 11 películas como Private Universe. También se encuentra la Selección EFA, que permitía contemplar las obras que estaban seleccionadas para alcanzar los European Film Awards, en la que destacó la película Amor. La novedad, los nuevos aires, los introducirían las clasificaciones de Las Nuevas Olas, donde tendría cabida cine con nuevas formas de producción, así como Europa Junior para el público infantil y juvenil. Todo esto al respecto de las secciones competitivas, pero que no fueron las únicas, hubieron aún más para todos los públicos y gustos. Cuatro espacios para hacer honor a cuatro formas diversas de hacer cine: como se ha citado, hubo espacio para los cineastas Varda y García Pelayo, pero a través de la sección Focus Europa: Grecia y Foco Festivales Portugueses, se daba méritos a estas dos formas de hacer cine. Un cine altamente sobrio por la situación de pesimismo que pasan sus países en estos instantes. Por si no fuera bastante, esta edición guardaba un triple de ases, que toman forma en Special Screenings, categoría especialmente inquietante en su forma de plantear historias, Short Matters! la única sección dedicada en exclusiva al visionado de cortos de muy buena calidad, así como un pequeño espacio para la creación nativa, la de la propia tierra: las películas andaluzas, donde se percibía el poco capital invertido, así como el esfuerzo para que esta no fuera una causa a tener en cuenta a la hora de imprimirle calidad al rodaje. Así lo lograron. Igualmente inestimable fueron las presentaciones que tuvieron lugar en numerosas ocasiones, momentos antes de que la película presentada fuera expuesta. En estas ocasiones, un presentador acompañado del director de la película comentaba de que versaría la proyección. Dependiendo de cada persona, el director se quedaría tras la película, a modo de rueda de prensa, para resolver las dudas. Un caso de ellos fue en A night too young, donde Olmo Omerzu contestó fielmente a todo aquello que se le cuestionase.


Por si no fuera poco, Cienfuegos había preparado aún más actividades y opciones para aquel que se quedara deseoso de más. Por una parte, el Lope de Vega abría sus puertas para unas cuantas películas a comienzo de semana. Pero no sería esto por lo que destacaría el teatro, sino más bien por el acto de inauguración y por el de clausura. Citas a las que no faltó el cómico Álex O´Dogherty, así como su compañero Antonio Dechent en el primero de los dos, para amenizar dicha gala, ofreciendo un espectáculo interesante a la par de entretenido. Las estrellas y los trajes de gala no faltaron a los pies del Lope de Vega. La entrega de premios resultaba un hecho más que evidente que en cualquier celebración de este tipo no puede faltar, por lo tanto en la clausura se procedería a la entrega de tales honores.

Para los que gusten de actividades diversas más allá del fruto de las cámaras, también hubo diversos ciclos de distinta índole. En primer lugar, cabe nombrar lo que tuvo lugar en el CAS o Centro experimental y tecnológico para la cultura y artes de Sevilla. En base a lo sucedido en el Festival de Cannes del 2010 a Jean-Luc Godard, que no puedo acudir al mismo por problemas con la película que acababa de crear, Felipe G. Gil, del equipo cultural Zemos 98, comentaba lo que es la cultura libre y hacía alusión a un punto de vista crítico más allá de convencionalismos. Un particular encuentro para los amantes de la cultura en general, trátese de cine, literatura o cualquier otra rama. El cine europeo es rescatado en la Casa de los Poetas, donde le daban una alta relevancia a la construcción y elaboración de un buen guion, espacio a partir del cual parte una buena película. El ciclo contaba con dos sesiones, la primera enfocada a la razón de ser del mismo y a lo que éste supone. La segunda, la estrecha relación entre el guión y la literatura, comentando que puntos tienen en común y donde se dan la mano para conformar un buen escrito. Algo a lo que acudir si se es auténtico amante de las letras.

Si pese a todo fuera insuficiente, si aún hubiera alguien insatisfecho con lo que este festival otorga, había una baza última, un cartucho final que no se había gastado. Tenía lugar la 2ª edición Commercial Film Workshop, cuyo fin era incentivar la producción de creaciones audiovisuales de la ciudad de Sevilla de formas dispares.

Las noches tampoco quedaron vacías. Aquel que tuviera un hueco en balde en alguna de las noches de aquella semana, estaba de suerte. Los conciertos en distintos lugares de la ciudad podían amenizar un rato la velada de todo aquel que se paseara por la zona. Aunque una gran parte de ellos tuvieron lugar en la Sala Holiday, otros recintos como la Casa Palacio Monasterio acogieron encuentros de este tipo. Tendrían el honor de tocar para su público agrupaciones tales como The Milkway Express, Juan Zelada o Betunizer.

La guinda del pastel, el pespunte necesario para que este festival fuera una joya, lo aportaron las ruedas de prensa que otorgaron los directores en varias ocasiones. En este momento, estudiantes y periodistas eran iguales, sentados ante la moderadora y el director de turno, haciendo las preguntas que vieran necesarias tanto de la producción de la cinta, como del propio significado de la misma. El rechazo a estas citaciones era nulo, mostrándose siempre un grado de comprensión mutuo entre encuestadores y encuestados.


Espacio habilitado, dentro del NH Plaza de Armas, para las ruedas de prensa.

La labor de acudir al mayor número posibles de películas se vio facilitada con las acreditaciones que podían reservarse en la página web oficial. Para el público genérico se producía un descuento al otorgársele ocho películas por veinte euros, mientras que los estudiantes por el mismo precio podían ver veinte películas. Los representantes de diversos medios de comunicación, tenían derecho a acceder a cualquiera de las proyecciones y en primer lugar, así como los estudiantes, que tenían el mismo derecho pero en un segundo orden de preferencia.

El objetivo de esta novena edición ha sido muy claro desde el principio. De cara al público, tanto sevillano como europeo en general, el de entretener, hacer disfrutar en malos tiempos y a la vez, inculcar cultura a todo aquel que por los motivos que sea no se ha dedicado jamás en cuerpo y alma al cine. De cara a la ciudad, es bien sencillo: no solo el prestigio que supone acoger a todo el pueblo de un continente en un evento cinematográfico, sino la cantidad de capital que aporta y mueve el hecho de acoger a visitantes de toda Europa, así como los fondos recaudados por las entradas individuales y las acreditaciones que ha pagado el colectivo sevillano. No todo va a ser cuestión pecuniaria, pues al máximo ganador, al director que obtuviera el Giraldillo de Oro (en esta ocasión en particular, iría para Gabriela Pichler, directora de Eat Sleep Die) se le otorgaría una ayuda monetaria en calidad de servicios para la distribución de la película ganadora en territorio español.

Así con todo esto, se puede contemplar las bondades que esta entrega del Sevilla Festival de Cine Europeo ha otorgado a aquellas personas han pasado por él. Fuera en calidad de espectador, de patrocinador o de concursante, el festival ha sido un lugar de encuentro para el cine, el buen cine, que intenta alejarse de lo comercial, ofreciendo una perspectiva distinta de las historias, no ofreciendo siempre un final feliz. Comprobando el bien que ha hecho hacia todos, sólo cabe esperar a la edición del 2013, esperando que sea aún mejor, si cabe, que la del presente año.


Fuentes:
- Presencia propia a los eventos y proyecciones.
- Folleto oficial del evento.
- Fotografías y audio realizados por Salvador Belizón Campaña

No hay comentarios:

Publicar un comentario